El Pacto Verde Europeo y la Agenda 2030 marcan el camino para acelerar la rehabilitación de edificios y viviendas y mejorar la estética, la seguridad y la eficiencia energética de las viviendas. La modernización de las instalaciones es crucial para evitar accidentes y mejorar la seguridad.

Además, la rehabilitación debe incluir mejoras en la accesibilidad, garantizando que las viviendas sean habitables para personas con movilidad reducida. La inversión en la rehabilitación de viviendas no solo incrementa el valor de las propiedades, sino que también contribuye al bienestar general de sus habitantes, fomentando una mejor calidad de vida y un entorno más seguro y confortable. Por último, es una medida sostenible que ayuda a reducir el consumo de recursos naturales al prolongar la vida útil de los edificios existentes y contribuir a la descarbonización del sector.